Todos nos hemos enfrentado a este sentimiento de impotencia cuando queremos nombrar un objeto cotidiano cuyo nombre se nos escapa de repente. Este estado de bloqueo del lenguaje, que puede resultar frustrante y divertido a la vez, no es infrecuente. Aquí te doy una lista de estos objetos cuyos nombres olvidamos constantemente y algunos consejos para ayudarte a memorizarlos mejor.
De la cocina al salón: estos objetos cotidianos con nombres esquivos
Herrete
Un objeto cotidiano que muchos utilizamos pero del que pocos conocemos el nombre es el herrete. Un herrete no es más que el extremo de plástico o metal que se encuentra al final de los cordones de los zapatos. Su función es mantener intacta la punta del cordón y facilitar el proceso de atar o desatar.
El actualizador
Probablemente utilices el Actualizador todos los días sin saberlo. Es el pequeño triángulo que se encuentra en una lata de aluminio y que se usa para abrirla. También se le llama abrelatas. Su función es fundamental ya que permite un fácil acceso al contenido de la bebida.
La virola
En la oficina o en el colegio utilizamos frecuentemente un lápiz sin saber que el pequeño cilindro metálico que sujeta la goma de borrar en la punta del lápiz tiene un nombre: Virola. Esta pequeña pieza de metal juega un papel importante en la durabilidad de tu lápiz.
Algunas estrategias para recordar los nombres de estos objetos
Ahora que sabes cómo se llaman estas cosas cotidianas, ¿cómo puedes dejar de olvidar sus nombres? A continuación se ofrecen algunos consejos:
Imágenes asociadas
Una primera técnica consiste en visualizar el objeto y asociarlo a su nombre. El cerebro tiende a recordar imágenes mejor que palabras. Para el herrete por ejemplo, puedes visualizar un cordón con una etiqueta que diga “aglet”.
Crear asociaciones de palabras
Otro método consiste en asociar el nombre del objeto con una acción o palabra relacionada con él. Por ejemplo, el Updater podría asociarse con la acción de apertura y el Ferrule con la solidez o durabilidad.
Para concluir esta presentación, los nombres de los objetos de nuestra vida diaria a veces pueden escaparnos y provocar momentos de incertidumbre. Esto es completamente normal y le pasa a todo el mundo. Lo principal es recordar que existen consejos para solucionarlo. Y ahora que sabes cómo se llaman estas cositas que usas todos los días, ¡ya no las mirarás de la misma manera! Así que la próxima vez que te ates los cordones de los zapatos, abras una lata o cojas un lápiz, ¡no olvides agradecer al herrete, al actualizador y a la virola respectivamente por su valioso papel en tu vida diaria!